
Desde pequeña… recuerdo haber sido muy valiente, siempre sintonizada con el amor, la guía de los ángeles y sus enseñanzas divinas para percibir a Dios en todo como fuente divina amorosa.
Cuando el mundo se ensombrecía por miedo, siempre volver al amor era mi refugio para permanecer a salvo con valor y fe.
Dios siempre me recordaba mi naturaleza amorosa, cerraba mis ojos y solo escuchaba la voz mas dulce en este plano terrenal; la voz de mi madre, protegiéndome y amándome profundamente. La presencia de mi madre con la fuerza del amor de su alma y la Luz de mis ancestros para iluminar mi camino.
Permanecer en el amor era algo que simplemente sentía en mí, como respirar con total naturalidad.
Luego más tarde llegaron tiempos de caos, una guerra entre egos; en donde la medicina y la política como tiranos imponían mientras la supervivencia humana cada día se alimentaba de miedo, desatando crisis y pánico; reacciones imprudentes, atacándose unos a otros, se veían tan atemorizados que terminaban defendiendo lo único que alimentaban... el miedo.
La agresión no solo era física, era el enfado a través de las palabras, frases que alejaban más que la propia pandemia, era la falta de amor lo que ausentaba la paz.
Fueron tiempos de visiones muy trascendentes, lo que venía después no era algo nuevo para mi, era recordar las tantas veces que Dios me mostraba lo que sucedería incluso desde más de diez años atrás, permaneciendo en mí, como una carta que solo debía ser abierta hasta que Él lo indicara.
Ante preguntas sobre el tema; sentía como el miedo quería atraparme, urdirme y desaparecer la voz divina de mi interior. Y sí... tuve momentos de terror, mi cuerpo se estremecía y comenzaba a deteriorarse, ataques energéticos; era escuchar la oscuridad susurrar proponiéndome asociarme con el plan y de pronto al no conseguir lo que quería a través del engaño, se enfurecía y atacaba.
Yo tan solo recuerdo siempre decir, "lo que vibra en el corazón es la verdad divina en cada uno de nosotros, es el amor lo que nos mantiene a salvo y en armonía con Dios". Lo repetía una y otra vez a quien preguntara sobre lo sucedido, era repetirlo en mí todo el tiempo hasta que se grababa en mi respiración y recuperaba la calma.
Los renglones anteriores estaban escritos desde el año 2022, hoy e continuado con este artículo para concluirlo y compartirlo.
Hace algunos días, un maravilloso libro llegó a mi vida para recordarme a la niña de mi Luz, logré vencer el miedo y volver al amor con valor. El amor siempre nos hace percibir la verdad de Dios, la semilla de Luz, su néctar divino que es la única verdad universal. El miedo crea una ilusión sin fundamentos haciéndonos creer en que nosotros somos los creadores de un Dios que no sabemos si bien esta con nosotros, la ilusión no tiene semilla y se apega al miedo para detenernos en el camino con el peligro de ser aún mas engañados.
El amor no es algo cursi o dicho solo para endulzar la vida; es la fuerza más poderosa en este planeta tierra y podría ser lo que describe la existencia de Dios sobre toda creación divina; solo sé que el amor es tan primordial y necesario como respirar para existir y vivir.
Gracias a todos lo que se sintonizan con mis locuras amorosas y a quienes me recuerdan con su amor que Dios me ama a través de ustedes, pues Dios a través de mi expresa su amor bendito.
