
Yo también siento un mar de emociones… sentimientos profundos tanto dolorosos como de gozo.
Yo también lloro, y ¿cómo hago para siempre ser y estar feliz?, agradezco y contemplo el sonido de mi llanto como un canto purificador que dedico con amor.
He aprendido a escuchar en el llanto de un bebé el mensaje y la sagrada bendición de la vida; en el llanto de la mujer el remendar la dolorosa herida y en el llorar del hombre el abrir un corazón sutil.
Recuerda siempre esto, “llorar purifica el alma”.
Yo también siento un mar de emociones…
cuando llega el enojo, mi espíritu con voluntad dice “Valiente mística, recuerda que eres compasiva”.
Yo también me he duchado cansada y apresurada, lo resuelvo respirando el regalo de la vida.
Yo también he sentido miedo, que me ha hundido en la profundidad asfixiante, ¿qué hago para salir de esto?, suelto mis pensamientos y tomo el control desde mi Luz que proviene de la Fuente Divina.
Yo también siento un mar de emociones…
más he nadado y salido a flote, porque mi mejor virtud es amar a Dios y mi mejor decisión es ser feliz.
¿Y qué sucede cuando eres feliz?…
El mar es relajante, majestuoso y milagroso.
Y de pronto te das cuenta que el mar eres tú.
Yo también lloro, y ¿cómo hago para siempre ser y estar feliz?, agradezco y contemplo el sonido de mi llanto como un canto purificador que dedico con amor.
He aprendido a escuchar en el llanto de un bebé el mensaje y la sagrada bendición de la vida; en el llanto de la mujer el remendar la dolorosa herida y en el llorar del hombre el abrir un corazón sutil.
Recuerda siempre esto, “llorar purifica el alma”.
Yo también siento un mar de emociones…
cuando llega el enojo, mi espíritu con voluntad dice “Valiente mística, recuerda que eres compasiva”.
Yo también me he duchado cansada y apresurada, lo resuelvo respirando el regalo de la vida.
Yo también he sentido miedo, que me ha hundido en la profundidad asfixiante, ¿qué hago para salir de esto?, suelto mis pensamientos y tomo el control desde mi Luz que proviene de la Fuente Divina.
Yo también siento un mar de emociones…
más he nadado y salido a flote, porque mi mejor virtud es amar a Dios y mi mejor decisión es ser feliz.
¿Y qué sucede cuando eres feliz?…
El mar es relajante, majestuoso y milagroso.
Y de pronto te das cuenta que el mar eres tú.

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Lety González M (domingo, 21 noviembre 2021 23:19)
Qué hermoso texto ! Te abrazo con mucho cariño �
Bertha Ortega (viernes, 26 noviembre 2021 17:09)
Hermoso pensamiento que repara y calma el alma recordando la fiebre divina
Mi corazón te abraza Lucia