
Los sanadores, románticos y contempladores del cielo aman este mes de Octubre, por la bendita Luna y su majestuosa presencia en sus distintas fases.
El mes de Octubre lo recorre una atmósfera acogedora, dulce y contemplativa de la vida, recibiendo un baño de Luz y tranquilidad necesaria antes de que el frío empiece a transformarlo todo en un gran cambio.
He leído que es el décimo mes del año que ocupa un lugar especial en el corazón de la gente, sobre todo en el de los
amantes de la astronomía, pues las lunas de octubre son conocidas por ser las más bellas del año.
La Luna se asocia con la energía femenina, la relajación y dulzura… amor y paz.
Es tan Sabio Dios que ha sincronizado a la mujer con la energía de la Luna, las fases de la Luna coinciden con las fases del ciclo menstrual. Así como la luna tarda alrededor de 28 días en dar
una vuelta completa a la tierra, el ciclo menstrual de la mujer es de 28 días aproximadamente, de igual manera los ciclos de la mujer se conectan al igual que las cuatro fases
lunares.
Las emociones y el espíritu fluyen en el templo sagrado del cuerpo, así como el agua en nuestro interior la energía
lunar también fluye en todo ser vivo.
Luna Nueva
La luna renace, inicia nuevo ciclo, nuevos proyectos. Renace la consciencia, en la simplicidad para crear lo
que deseamos. Introspección, meditar y observar nuestras emociones, en la mente observar los pensamientos y en la acciones nuestros hábitos. Así prepararse para los cambios.
Luna Creciente
Fase de transición entre nuestro deseo y la manifestación del resultado, momento de emprender proyectos y de hacer negocios ya estructurados con el entusiasmo de la luna nueva, tiempo de gran actividad, de crecimiento, de incrementar abundancia y creatividad. Momento para
actuar, ser constante para manifestar un buen hábito. Se le considera un momento oportuno para injertar árboles frutales y trasladar plantas.
Luna Llena
Fuerza y espiritualidad, gran concentración de poder.
Milagros. Energía y vitalidad. Dar vida con la expansión del amor.
Éxito de todo lo que empezó en la luna creciente. Ahora
está todo en su plenitud.
Luna Menguante
A medida que la luna mengua,
conviene ser prudentes. Aparece la necesidad de limpiar y soltar lo que no beneficia,
como los arboles en otoño hacen con sus hojas.
Fase para sanar, es tiempo de reposo para relajar y soltar, finalizar proyectos, cerrar temas pendientes.
La luna menguante es favorable para descansar y comenzar a gozar de los cambios y acontecimientos.
Es un momento favorable para el inicio de tratamientos
médicos, de limpieza o depuración a todo nivel.
Te comparto un hermoso ritual que los Seres de Luz me han enseñado y que ha sido muy afectivo, significativo y efectivo:
En Luna Nueva; enciende una vela blanca e inspírate meditando y escribe una carta a Dios (Universo); puedes dibujar, escribir frases o una historia que represente tus deseos manifestados en tu vida. No olvides todas las áreas de tu vida y recuerda las posibilidades infinitas para que se dé.
Cuando termines, apaga la vela sin soplar (la ocuparás nuevamente en la próxima Luna Nueva).
En Luna Creciente; lleva contigo esa hoja a todo lugar, todo lo que pienses y realices sea congruente a lo que plasmaste en la hoja. ¡Vibra alto en amor, ya que es la llave sagrada a los
milagros!. Crea hábitos buenos. Eleva oraciones al cielo pidiendo asistencia de Seres de Luz.
En Luna Llena; llena con agua un recipiente de vidrio y en otro recipiente de vidrio más pequeño agrégale azúcar y en el centro un cuarzo cristal de punta (apuntando hacia el cielo); el
recipiente que contiene azúcar y el cuarzo colócalo dentro del otro recipiente con agua evitando que el agua ingrese al recipiente del azúcar y del cuarzo, debajo del recipiente con agua coloca
tu carta. Todo esto fuera al exterior bajo la Luna llena.
En Luna Menguante; escribe en un papel todo aquello que deseas despojar desde pensamientos, emociones y hábitos que no permitan que tus deseos plasmados en la carta se manifiesten con facilidad
gozo y gloria; también al mismo tiempo limpia y ordena tu casa. Quema el papel con un cerillo de madera.
Y en la Luna Nueva siguiente, quema tu carta de deseos
con la llama de una vela blanca que encendiste en la Luna Nueva pasada, ésta acción llévala a cabo por la noche bajo la luz de la Luna. Y susurras: "Ministerio de Los Ángeles lleven mi
mensaje al cosmos".

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