
Hoy me mudo a un espacio ilimitado de tiempo y armonía, recreando mi vida… Me visto con la Luz de la consciencia más hermosa y divina.
Dejo mis hábitos del estilo de vida que he planeado solo con mi mente; y soy responsable de leer el libro de mi alma para poner en práctica nuevos hábitos que mi cuerpo y mi espíritu necesitan.
¡Oh sorpresa!, yo soy la autora de tal información; mi nombre está escrito en mi alma.
Ya no más a las prisas y el estrés, me mudo a este espacio que es mi vida, renovando para contemplar el horizonte, disfrutar de un buen té y vivir… vivir mi respirar.
Dejo de alimentarme del miedo y de esconderme de la depresión…
He sido valiente y enfrento cada día feliz y con tiempo de preparar los alimentos más ricos de la Tierra, la hora de la comida se vuelve sagrada algo que ya empezaba a olvidar de mi rutina diaria; y mi espíritu fuerte y gozoso para danzar en este hogar que desde hace tiempo le hacía tanta falta renovar.
Dejo de esconderme de la depresión; permito que haga su trabajo, el de llorar hasta lavar mi alma, sin dejar que la depresión duerma y despierte en mi mente ni un día más; una vez que cumpla su trabajo continuará su camino dando lecciones de vida, el apreciar y amar lo que es buen día, a diferencia que se le siente a la tristeza limitar hasta el respirar.
Me mudo a mi vida, quien esté y lo que esté en mi vida…
Me acepta, me ama, me respeta y me honra.
