
Siento intensamente una emoción que reconozco viene de mi alma.
Iniciar una nueva década en donde me identifico con el amor, los milagros y la devoción.
He tenido visiones muy comprometedoras con relación a mi misión de vida, y algunas por revelarse más adelante concretando los mensajes que Dios tiene para la humanidad.
Es una época en dónde se descrean y destruyen los límites, en donde abrimos el corazón quizás con emoción o con dolor, nuestras alas se reparan con energía de Dios listas para recibir el néctar de Dios para emprender un vuelo extraordinario; arriesgarse desde la mente neutral con la guía del alma y volver a relacionarse con lo vivo para ser consciente del propósito de nuestra alma en esta vida.
Donde lo cuántico yo no es más un tema oculto, el milagro es tan real como tocar y sentir tu nariz, como tu respiración que mueve la tecnología de tu alma.
Si supieras hoy que todo esto que deseo comprendas es más que un aparato electrónico, es más que una rutina sin sentido, va mucho más allá con la verdad y no engañarse a uno mismo al ver la vida a través de la cámara del celular y no a través de los ojos físicos y que mejor desde la mirada del alma.
Te invito a que si algo no te gusta, leas el instructivo del gran regalo que Dios te dió, el libre albedrío.
Que puedes cambiar algo para tener un resultado diferente y mejor.
El instructivo está en la devoción.
Canta la canción que hoy te comparto en este video;
suelta el equipaje y con tu alma desnuda vuelve a vestirte en oro y devoción.
Mi corazón te abraza!
Lucía Villalobos
